Comparto con vosotr@s fotos de mi albúm familiar porque es un día especial.
Esa carita que es para comérsela, cumple hoy años. Tal día como hoy, entonces, era un domingo fantástico. Hacía un sol que invitaba a la playa, a la piscina, a estar al aire libre disfrutando y aprovechando ya conscientes los últimos días de verano. La noche anterior cumplía las 40 semanas de gestación y , así como Lidia se hizo esperar y se retrasó más de 10 días (con alguna consecuencia), esperaba que mi peque no me hiciera esa faena.
Estaba enoooorme y pesada: llevaba 17 kg de más en pleno verano!!!. No quedaban líquidos para retener en el mundo entero por mi cuerpo!.
También es verdad que mi ginecólogo me decía que no puedes tener el patrón de 9meses= 9kg= embarazo perfecto,porque depende. No es lo mismo que una mujer de 1,80m engorde 9 kg que una mujer que mida 1,60m. O que engordes 9 kg durante el embarazo si quedaste embarazada teniendo sobrepeso o, por el contrario, si estabas por debajo de tu peso ideal. Bueno, que me lío. Sigo recordando ese día…
Tenía la esperanza de que mi niño quisiera salir de manera natural, eso también. Ya sabía lo que era una cesárea y mi médico que es anti cesáreas, esperaba lo mismo: un parto natural. Dicen que está de moda la práctica de las cesáreas.Y parece que sí. Pero no sólo entre las “celebrities” que siempre se llevan las acusaciones de todo. Sino entre la mayoría de mujeres. Por comodidad, por miedo …yo no sé. Y no lo entiendo. Yo me quedé frustradilla de no haber tenido un parto natural. Después lo aceptas y no pasa nada, está claro. Y tiene alguna ventaja, también es verdad. Pero no de las que os pensáis. Yo no lo entiendo ¿En serio las mujeres prefieren pasar por una cirugía mayor para tener un hijo en contra de la naturaleza? ¿Todo programado? Hasta donde yo sé, y conozco por experiencia propia, es leyenda que en el mismo momento de la cesárea te puedas “arreglar” algo. ¿Cómo? Es imposible “remendar” o recomponer ahí mismo un cuerpo con unos cambios importantes, y no sólo físicamente, ocurridos durante de 9 meses. Hablaremos de ello un día.
Bueno, en fin. Que Miguel, al contrario que su hermana, tuvo prisa por salir en la mañana del 17 de septiembre. A las 10.30h rompí discretamente aguas en casa y me hizo mucha ilusión! (con Lidia ni siquiera llegué a eso. Fué un parto complicado. Ya os lo contaré) Llamé a Séfora, la comadrona, y me dijo :
-“Tranquila. Una duchita y te vienes!”
Pero ya en la ducha me di cuenta de que el agüita (era un pequeño goteo que iba aumentando su intensidad) era cada vez más oscura. Y todas sabemos que es una de las razones por la que debemos salir corriendo ya que algo empieza a ir mal…
Llegué a la clínica Tres Torres de Barcelona manchando un agua oscura, muy oscura y sucia y apenas tuve tiempo de nada. El Dr. Lluis Cabré y su equipo me esperaban para, no había otra opción, sacar al peque cuanto antes en un parto que se considera de alto riesgo.
Y a las 13.20h aproximadamente, llegó Miguel. El otro gran amor de mi vida. Él y Lidia me han hecho sentir el amor más profundo, incondicional y altruista de mi vida. Lo más bonito del mundo. Seguro que así siente cualquier padre o madre que esté leyendo esto, ¿verdad? Sara Carbonero dijo algo así como : “el parto es la única cita a ciegas donde sabes que, seguro y sin duda, te vas a enamorar” Y no le quito la razón…
Y como siempre nos pensamos que tenemos mucho trabajo educando a nuestros hijos. Y sí. Pero al final son los hijos, los que acaban dando grandes lecciones de vida a los padres.
Mi hijo ha sido un niño sensible, tranquilo, divertido, responsable ( ¡en exceso!, me han llegado a decir sus tutores), prudente, payasote… que soporta estoicamente algunas de las pruebas por las que ha tenido que pasar ya. Y me encanta mirarle, escucharle, achucharle, admirarle…. ¡Todo!
Hoy ya cumple 14 años.
Felicidades, mi amor!