TODO UN LUJO TENER A ISABEL HOY. SE CRIÓ JUNTO A SUS HERMANOS, MARÍA Y EMILIO, ENTRE COCHES Y CIRCUITOS. NO TIENE EL GEN DE LA COMPETITIVIDAD QUE TENÍA MARÍA, SEGÚN DICE, Y POR ESO ELLA HA VIVIDO EL MUNDO DEL AUTOMOVILISMO A FONDO, PERO DESDE LA BARRERA. EL PERIODISMO LE DIO ESA OPCIÓN. HABLAMOS DE COCHES Y DEL LEGADO (Y REGALO) DE MARÍA
Saber que iba a hablar con ella me producía una sensación muy especial. Ella ha perdido, al igual que yo, a su hermana. Estaba allí, junto a María, cuando sufrió el accidente. Exactamente 2 meses después de que la mía partiera. Como ya se ha explicado al detalle en muchas ocasiones, ella fue la primera en acudir a socorrerla. Las secuelas fueron fatales pero María luchó como la mujer fuerte que siempre demostró ser. Desde ese momento y durante algo más de un año, regaló a su familia y a tantas otra personas que la rodeaban , su sonrisa y una lección de vida continua.
Quedamos para desayunar. Después de hablar cada una de nuestras hermanas durante unos minutos, y de como hemos vivido estas pérdidas, nos ponemos en marcha…
-La vida es un regalo,¿no Isabel?…
Así es, Elsa. Y mi hermana nos enseñó, sobre todo, a cómo valorarla y a disfrutarla. Y eso es lo que me llevo de ella. El levantarme cada mañana y ser capaz de ver en los pequeños detalles. En las cosas de mi alrededor, en el momento, en el ahora; en ver lo bonito que es todo y lo afortunados que somos. Podemos ver lo bueno o lo malo. María siempre explicaba que con un ojo veía muchísimo más que antes y tenía la capacidad de ver solo lo bueno “¿qué te va a aportar lo malo?”, decía.
-Hablaremos de su legado y de este maravilloso cuento solidario. Pero antes, háblame de tus recuerdos sobre ruedas,¿por dónde empezamos?
Mira, todos en casa hemos acabado metiendo la cabeza en el mundo del automovilismo de diferentes maneras. Yo reconozco que no tenía la valentía de María para enfrentarme a 25 chicos a final de recta y jugarme la vida…
Me encanta el automovilismo y me encanta conducir. Siempre he disfrutado mucho conduciendo y depurando la técnica, pero sabía que me faltaba el gen que tenía María, que es el de la competitividad. Me pregunté cómo podía seguir en este mundo sin ese gen, y el periodismo fue la respuesta. Hacía comunicados de prensa, reportajes, fotografía… Así fue mi vida hasta los últimos 6 años. Cuando María tuvo el accidente, para mi fue un impasse. Porque aunque el automovilismo ha sido mi vida, siempre sufrí mucho viendo a mi padre, a mi hermano y a Maria cuando pilotaban. Así que después del accidente, me dije que no quería volver a tener esta sensación de angustia y miedo nunca más.
-Ahora eres Responsable de Comunicación y RSC de Cantabria Labs
¡Sí! Y me siento muy feliz. Como en familia.
– ¿Cómo recuerdas los viajes en familia? ¡Seguro que eran lo más!.
Imagínate. A todos los sitios se iba en coche. ¿Que había una reunión en Viena?, nos íbamos todos en coche. ¿Que había una carrera en Niza o Montecarlo?, pues nos íbamos en coche. Siempre los cinco. Y recuerdo que eran interminables pero bonitos. Era el momento en que mi padre nos enseñaba cómo trazar.
-O sea, que ya iba formando pilotos.
Pero se resistió mucho, no te creas. A nosotros siempre nos preguntaban de pequeños si queríamos ser pilotos y mi padre trató de retrasar al máximo el tema de los karts para que no cayéramos en la tentación y decidiéramos ser pilotos. Pero teníamos mucho interés y mucha curiosidad y siempre le preguntábamos cómo se trazaban las curvas. En esos viajes, cada curva era una lección.
–Muy interesante y entretenido.
Nos enseñaba y preguntaba por las señales de tráfico o jugábamos a ver quien adivinaba la marca del coche que estaba delante. Con los años era más exigente y tenías que decir no sólo la marca si no también el modelo y el año.
-¿Cuál es quizás la lección más valiosa que os ha dado?
Mi padre decía que teníamos que demostrar en el volante que no somos hombres de cromagnon. Que en el coche podemos sacar lo peor de nosotros y que, precisamente por eso, teníamos que vivirlo como un ejercicio de autocontrol porque teníamos que dar lo mejor de nosotros. Por eso nos decía que ya no es el simple hecho de conducir más o menos rápido. Si no que es entenderlo como una filosofía.
–¿Y te fijas mucho en cómo conduce alguien cuando te lleva en su coche?
Muchísimo. Mira, como anécdota te diré que he tenido algún novio o amigo que se creían que porque me llevaban a mí, una Villota, me tenían que demostrar que eran súper pilotos. Y te aseguro que me he bajado del coche.
– ¿En serio?
Sí sí. He llegado a hacer parar en medio de la Castellana, y bajarme. “No sé que intentas demostrar, pero lo haces fatal y yo no me quiero jugar la vida”, les decía antes de salir del coche. Así que esto también ha sido una buena herramienta de corte para conocer a las personas. Yo es que es subir en un coche, y fijarme cómo conduce quien esté al volante. Me sirve para saber cómo es esa persona. Mi padre siempre decía que es una radiografía perfecta. Decía “Si te quieres casar con alguien, ponlo delante del volante y vas a saber realmente cómo es”
-Hablando de filosofías, la del #AutoRenting es la de Tener sin Poseer. Disfrutar del momento, sin preocupaciones. ¿La compartes?
Desde luego. Es la tendencia, sí. El futuro va por ahí, lo tengo clarísimo. Es una cuestión de educación, eso sí, y por ello igual nos cuesta. Pero aprenderemos.
-¿A quién le recomendarías un Skoda Fabia Combi?
Se lo recomendaría a Tri-atletas y deportistas de montaña.
– Y ahora sí que me gustaría que me contaras sobre este precioso cuento, Isabel. ¿Cómo nace El Regalo de María?
Pues te diría que nace de mi propio egoísmo. María era mi pilar fundamental y, aunque no esté, lo sigue siendo. Es la persona más importante que hay en mi vida junto con mis hijos, mi marido, mis padres y mi hermano. El libro nace precisamente por mis hijos. Yo tenía la necesidad de que ellos la conocieran, Ahora tienen 3 años y 20 meses. Ven muchas fotos y muchas cosas de nuestro día a día en las que María está presente.
-Ya me imagino.
Su legado ha sido seguir con todas las labores solidarias que ella hacía. Y para mí era muy importante el poder contar a mis hijos quién era es su tía. Por otro lado, aunque ella ya había diseñado en su día una pulsera solidaria para recaudar fondos, necesitábamos buscar nuevas formas de conseguir tratamientos para los niños de la Fundación Ana Carolina Díez Mahou. . Son niños con enfermedades raras mitocondriales y neuromusculares, no tienen esperanza de vida. Lo único que tienen para vivir con algo más de calidad, son las sesiones de fisioterapia porque no hay medicación. La pulsera que hizo María fue la primera vía para recaudar. Y ahora este cuento que es 100% benéfico. Así que todo lo recaudado se va para los pequeños valientes de la Fundación.
Y por estos pequeños valientes, empezamos a soñar. Lo que hace el legado de María, es cumplir los deberes que ella nos dejó. Y hacerlo siempre con una sonrisa, como nos enseñó. Por un lado, tenemos la satisfacción de que cada cuento es un tratamiento para un niño y, por otro, mis hijos a través de él conocen a su tía y cómo fue un ejemplo en el mundo del deporte, del automovilismo. Merecía la pena plasmarlo y que los niños vieran en María, un ejemplo de superación en un deporte nada fácil para las mujeres. Pero que con perseverancia, con actitud y optimismo, todo se puede conseguir…
TEST DE VELOCIDAD.
TU MEJOR VIRTUD: Tengo mucha predisposición a aprender.
TU PEOR DEFECTO: Tengo un pronto malísimo. En el coche no, pero fuera de él, sí.
¿A QUÉ LE TIENES MIEDO?A perder a los míos.
¿QUÉ NO PERDONARÍAS NUNCA? Quiero saber perdonarlo todo. Quiero tener esa capacidad
UNA CANCIÓN: Ironic, de Alanis Morissette. La cantába mucho con María, ¡las dos gritando!
¿SABES CAMBIAR UNA RUEDA? ¡Se me da fenomenal!. Es que en mi casa ese era uno de los juegos: sacar la goma de las llantas. ¡A ver quién lo hacía primero!.
Ha sido un verdadero placer conocerte y charlar contigo, Isabel.
Millones de gracias.
Gracias #AutoRenting de @bancosabadell
Gracias @moventomotor