¡Qué ganas tenía de charlar contigo! ¿Nos ponemos en marcha? Cuéntame en qué momento profesional estás.
¿Quizá en el mejor? Lo pregunto y me lo pregunto porque siempre he disfrutado de cada momento. Los cambios han venido sin pedirlos, sin forzarlos… sin esperarlos. Hacer Ya es Mediodía en Tele5 es un regalazo y una oportunidad gigante. Intento aprovecharla cada día y devolver la confianza de la cadena.
¿Cuándo y cómo descubriste que este era el camino que querías?
Creo que no fue un descubrimiento… ¡Venía de serie! En algún gen … Siempre viví el periodismo en casa. No tiene mérito que haya acabado aquí y así. Desde pequeña vi a mi padre escribir artículos o hablar por la radio en esos aparatos gigantescos que tenía en su despacho. Incluso lo vi diseñando páginas de periódicos que hoy ni existen. Utilizaba un artilugio que ya debe ser objeto de museo: el tipómetro. ¡Madre mía! ¡Cómo pasa el tiempo!
¿El mejor consejo que te dio tu padre?
¡Y me los sigue dando, no te creas! Siempre dice que el periodista debe ser honrado con la información. Y tiene razón. Si eres honrado con la noticia, lo eres con su protagonista y lo eres con tu audiencia.
Maravilloso consejo. ¡Qué grande Don Fernando!. ¿Él es, o ha sido, muy crítico contigo?
Él es el hombre que me mantiene “pie a tierra”. Muy profesional en sus afectos y, sobre todo, en sus elogios. Y, ¿sabes qué?
Dime
Se lo agradezco mucho.
No me extraña. Y dime otra cosita, ¿echas de menos “la calle”?
En la calle me crie (¡¡qué mal suena!!) y de ella aprendí todo lo que sé. La calle tiene el acento de sus gentes. Se lo digo siempre a los reporteros: las mejores historias están ahí fuera. Y son para vosotros y para que el se curra la tierra.
¿Qué era lo más difícil y lo mejor de las retransmisiones políticas?
Lo más difícil era condensar en veinticinco segundos, repito, veinticinco segundos, un debate de investidura, una sesión de control o la abdicación de un rey. ¡De todo hemos tenido en los últimos años! Pedro Piqueras era y es exigente con los tiempos. Y acertaba: lo importante se puede contar en un cuarto de minuto. Y lo mejor… ese pellizco en el estómago que sentías antes de empezar a hablar…
Con mi poca capacidad de síntesis, el Sr. Piqueras ¡me hubiera enviado a pastar en la primera conexión! ¡Veinticinco segundos! ¿Y qué es lo más difícil y lo mejor de Ya Es Mediodía ?
Me da miedo equivocarme con el tono o no tener el día inspirado y hacer un comentario inoportuno. El directo tiene ese riesgo que asumes cada día. Sin red y sin ensayo general. Pero, a la vez, es lo mejor de un directo. ¡Vivir el plató! Vives las historias, las escuchas y, si procede, también las replicas.
¿Cuál sería el programa ideal para tí?
El que hago. Un programa de actualidad que la combina con entretenimiento.
Desde pequeña flirteaba con este oficio… y ahora es mi profesión. ¡Quién me lo iba a decir cuando escuchaba a Luis del Olmo, a María Teresa Campos e incluso a Encarna Sánchez! (risas)
Pasa el tiempo y piensas… ¡pues aquí estamos!
Si pudieras elegir ahora mismo, ¿a qué personaje te gustaría entrevistar?
Me gustaría mucho sentarme a hablar con el papa Francisco. Le haría las preguntas que nos hacemos todos. Oiga, Santidad, dígame, cómo arreglamos este lío de mundo que tenemos. Cómo corregimos la cultura de lo provisional en la que nos hemos instalado. ¿Usted sabe por qué los hombres se matan entre ellos? ¿Tiene receta para el hambre? Y así…
¡Me encantaría acompañarte!. Yo le preguntaría si alguna vez ha flaqueado, si se ha cuestionado su fe…
Tus libros.
Mis libros son mi terapia. La redención que necesito para seguir viviendo. No me imagino la vida sin las horas extenuantes delante del ordenador.
Cuéntame cómo nacen.
¡Brotan! Aún no sé cómo surgen las ideas, pero ¡surgen! De repente… Sin que las esperes. A partir de esa primera idea, testo si hay historia y cuando más o menos creo que la tengo… ¡empiezo a currar! Nadie me ha enseñado… así que supongo que cometo muchos errores. Lo que más me cuesta es construir la trama. Pero una vez que la tengo clara, empiezo a escribir. Y a escribir… ¡Y a escribir! No hay más… Borrar las letras del teclado con tus dedos.
¿Cómo los vives?, ¿Cómo los sientes?
Por suerte o por desgracia mi forma de vivir cada libro es obsesiva. Durante el proceso de creación, los personajes me acompañan día y noche. Se sientan conmigo en el asiento del copiloto y me van hablando en los atascos. Sufro por ellos, me emociono con ellos, me río, intento comprenderlos… ¡Muy obsesivo…insisto!
O sea, que no hay nada mecánico.
Con cada libro aprendes de tus propios errores y construyes sobre tus aciertos. Tiene algo de mecánico, pero sobre todo tiene mucho de insistencia. De romper folios, de reescribir, de tachar, corregir…
Me da vergüenza confesarlo, pero tengo pendiente leerte ¡ya de ya! A ver si en estas Felices Fiestas lo hago 😉!
¡Hazlo! Después del amor, mi última novela, está ambientada en la Barcelona de los años treinta. Es una historia real a la que le debo todo.
Ahora toca llevarte a mi terreno, ¿ tienes recuerdos de viajes en coche familiares?
Sobre todo los tengo con mi hermana Cristina. ¡Cómo olvidar esos viajes a Mosteiro (Lugo)! Tardábamos miles de horas. Ahora es verdad que los recuerdo con la nostalgia de los felices veraneos que duraban tres meses. ¡Quién los pillara! Naturalmente dentro de aquellos coches contaminantes nadie se ponía el cinturón de seguridad ni había radares… Y al pasar la frontera de Galicia, mi padre hacía sonar el claxon y bajaba la ventanilla para respirar la tierra húmeda y el olor a eucalipto.
¿Qué música os acompañaba?
Sonaba José Luis Perales, Isabel Pantoja y la Jurado. ¡Y Julio Iglesias! Recuerdo que mi madre sacaba las cintas de las cajas de plástico y las metía en aquellas radios del siglo pasado. Ahora, ¡eso sí!, a las horas en punto se ponía el boletín de la radio y ahí no abría nadie la boca. Y como se oyera mal, mi padre montaba en cólera… En fin,
¡Me lo imagino! (risas) ¿Qué relación tienes ahora con los coches?
Un poco enfermiza. Cambio muchísimo de coche. Me suele duran tres, cuatro años.
¿Te gusta conducir o es solo por necesidad?
Me gusta mucho conducir, pero en Madrid es un vicio que encoleriza. Hay tantos atascos que he acabado haciendo una oficina dentro del coche. Para mí el coche es una necesidad absoluta. ¡Y lo ha sido toda la vida! Yo quería tener 18 años, más que para votar, para sacarme el carné de conducir… Siempre hemos vivido fuera de Madrid y el transporte público era un desastre. Ahora las cosas han cambiado, pero hace veinte años si no tenías coche… no podías llegar a Madrid.
¿Crees que eres buena conductora?
Dicen que no, pero yo creo que sí. Toco madera… pero no he tenido ningún accidente grave en los más de veinte años que llevo conduciendo.
¿Pierdes los papeles y enloqueces en alguna ocasión?
En los atascos, insisto, me desespero mucho. Sigo sin entender por qué puedes estar parada media hora y de repente, como por arte de magia, la carretera se despeja. ¡Misterios sin resolver!
Tal cual. Te juro que siempre me lo he preguntado también. ¿Por qué narices sucede? A pesar de los atascos, ¿prefieres conducir o que te lleven?
Prefiero conducir. Me pone muy nerviosa cómo conduce el personal… ¡en general!
Uy,uy,uy. No te voy a llevar a ningún sitio,¡qué estrés!¡No eres una buena copiloto! (risas).
No. Soy muy mala copiloto porque voy dando órdenes de cómo tiene que conducir el otro. Así que… o me duermo o me pongo a leer para no discutir.
¿Ves? Yo opto por dormir. Bueno, no lo decido realmente. Es que el sitio del copiloto me produce sopor absoluto y me duermo en 0,3…
¿Aún sueles viajar en coche?
Sí, mucho. Sobre todo a Lugo que… como sabe la humanidad… no tiene aún un tren en condiciones.
La filosofía del AutoRenting es Tener Sin Poseer, disfrutar sin preocupaciones, vivir el momento. Tú estás en línea o tienes apego a las cosas/personas…¿ qué te parece esta idea ?
¡Soy de AutoRenting total! Dado mi desapego es mi fórmula ideal. Cuando ya me estoy cansando del coche, ¡toca cambio! ¡Perfecto!
¿A quién recomendarías un KIA Sportage?
¡Uhmm! A mi hermano Fernandito, que está a punto de cumplir 18 años y espero que sea un magnífico tío de sus sobrinos, es decir de mis hijos, y los lleve y los traiga a los cumples, al fútbol… ¡esas cosas que me liberarían tanto…!
TEST DE VELOCIDAD
Tu mejor virtud: dicen que la constancia.
Tu peor defecto: afirmo que la falta de paciencia.
A qué le tienes miedo?A la enfermedad.
Qué no perdonarías nunca?Una traición.
Aprobaste a la primera el carnet de conducir? El teórico, no. El práctico, ¡sí!
En el coche, ¿ qué escuchas en la radio? Música? Política? … A Carlos Herrera por la mañana. Y música por la tarde.
Si ahora abriera el maletero de tu coche,¿qué encontraría ? ¿De verdad quieres saberlo? Encontrarías hasta leña… Y ahí lo dejo.
Gracias Sonsoles. Ha sido un auténtico placer
Gracias AutoRenting de Bco Sabadell
Gracias Divacar