Es un soplo de aire fresco. Belleza en estado puro, natural. Se reconoce como una buena conductora al volante y también reconoce que era algo macarrilla al principio. Ahora disfruta más yendo por debajo del límite de velocidad. Pero en el trabajo sigue pisando a fondo, a todo gas. No hay reto que se le resista y prefiere un me equivoqué a un por qué no lo hice. Me avisa de que habla mucho y es verdad. Pero no os imagináis lo que he podido disfrutar escuchándola. Tanto, ¡que hasta se me ha hecho corto este encuentro!. Su sonrisa no desaparece ni un segundo. Contagia buen rollo.
¿Arrancamos, Nerea? Cuéntame en qué momento profesional estás.
¡Arranco! Estoy en un momento súper bonito. Ahora mismo estoy con una obra de teatro y con un proyecto propio y que produzco junto con mi compañera Bianca Kovacs, que es El Club de los Tarados. Es un espectáculo para todos los públicos y adaptado también para personas con discapacidad visual y auditiva.
Me parece un proyecto tan bonito como necesario e interesante. ¿Cómo lo hacéis?
Lo que hacemos es poner subtítulos (que en teatro se llama sobretítulos) para las personas con discapacidad auditiva. Yo tengo un punto de sordera, con lo cual les entiendo mejor que nadie. Y para las personas con discapacidad visual, les damos audio-descripción. Es un proyecto que sobre todo y principalmente nos reporta mucha satisfacción personal y muchísimas horas de trabajo pero… ¡sarna con gusto no pica!
Sin duda debe tener una buena acogida y me imagino el gran trabajo que hacéis para sacarlo adelante.
Imagínate. Esta apuesta es como un bebé que nos ocupa de lunes a domingo. Queremos llegar a cualquier persona con discapacidad visual, con discapacidad auditiva o que simplemente necesite una terapia de risa. Son monólogos cañeros, de comedia y para mayores de 16 años, eso también es verdad.
¿Dónde os podemos ver? ¡No me lo quiero perder!
Hemos estado en el teatro Pequeño Gran Vía de Madrid todos los viernes a las 18h hasta diciembre y a partir de enero estaremos los martes alternos a las 20.30h. Un martes si, un martes no.
Tomo nota. ¿Y qué más estás haciendo?
Pues aparte de este proyecto estoy con una obra de teatro que se llama Redford and Newman. Es una comedia junto a Miki Nadal y Sinacio, dirigida por Ángel Martín. Estoy rodeada de grandes cómicos y directores que llevan un bagaje bastante potente. Así que feliz. Llevo 20 años de carrera profesional tanto en teatro, cine, televisión y ahora con monólogos y como productora. La verdad es que estoy muy plena porque cada campo te hace aprender y te nutre de diferentes experiencias. Además tú me vas a comprender porque también eres una mujer súper todoterreno.
¡Gracias! Es verdad. ¡ Y me encanta que me lo digas! (Risas)
Además es que soy una mujer que me gusta probar y experimentar en todos los campos porque me hacen crecer como persona y profesional. No quiere decir que todo lo haga súper bien, pero sé que intento y me propongo dar mi mejor versión.
¿Recuerdas los inicios?
Fue después de una comida familiar que les dije a mis padres, con 16 años, eso de “quiero ser actriz”. Mi padre me miró como diciendo esta chiquilla no sabe lo que dice, y mi madre me miró como diciendo esta niña sabe lo que quiere. Mi padre era el más escéptico, imagínate hace 20 años quererte dedicar a esta profesión. Pero cuando vio que era de verdad, que me lo tomaba en serio, que me preparaba y que estaba súper implicaba al 300%, me apoyó.
Así que mi primer casting fue para presentar un concurso como azafata, y me cogieron. De ahí presenté un programa en directo en euskera con 19 años, que la verdad fue un reto y todo un máster. Luego me fui a Madrid a estudiar arte dramático los fines de semana porque entre semana trabajaba en una serie en euskera. De ahí me surgió la oportunidad de trabajar en Vaya Semanita, todo un bombazo de programa porque era un formato que no existía y ya llegó Los Hombres de Paco. Entonces me di cuenta que verdaderamente quería apostar por esto. Afortunadamente, y desde entonces, he podido vivir de mi profesión hasta ahora.
Eso es un lujo.
También te digo que cuando empecé a los 17 años, me puse una meta: los 25. Si veía que no había futuro, que no se me daba bien, que no podía llegar, a los 25 hubiera ido por otros derroteros.
¿Cuáles?
Hubiera estudiado empresariales porque me gustan los números, las cuentas…soy muy de matemáticas.
¿Has tenido referentes? ¿Actores o actrices que te hayan inspirado?
Me inspiraron muchas personas y muy variopintas. Me flipa Meryl Streep y me flipa también Sara Montiel. Aquella que tuve el placer de conocer, que era una mujer valiente y luchadora, que cruzó el atlántico para hacer las Américas sin tener dinero y sin tener ni idea de inglés, sin tener nada. Solo tenía ganas de intentarlo. También me quedo con la disciplina de Jesús Olmedo. Me flipa como trabaja y no porque sea mi pareja, sino porque es un tío que además de ser un excelente actor, como compañero detrás de las cámaras (que también he tenido la oportunidad de trabajar con él), es un diez del que puedes aprender de todo. Hay mil actores que me chiflan como Javier Bardem. ¡Hay tantos nacionales e internacionales que me encantan! Pero aquí lo dejo porque me enredaría hablando de muchos.
El mejor personaje que has interpretado. El que más te ha dejado huella o al que le estás más agradecida es…
Esto es difícil porque yo soy muy positiva y me quedo con lo bueno de cada cosa que hago en la vida y con los personajes me pasa igual. Pero bueno, Te voy a decir que Gotzone, de la serie Allí Abajo, es el que más me ha llenado personal y profesionalmente. Personalmente, porque me ha dado el cariño de muchísima gente y no nos lo esperábamos. Gotzone no estaba programada para que la amaran. Estaba programada para ser mala y para que la odiaran. Y que se haya ganado el cariño del público, ha sido bestial. Y profesionalmente me ha dado mucho porque yo entré para ser la mala y la productora decidió dar un giro al personaje y que mostrara su corazón. Así que al principio veíamos a una Gotzone implacable y sin escrúpulos con tal de conseguir sus ambiciones profesionales. Pero en las siguientes temporadas vimos su corazón, sus debilidades y la carencia de amor en su vida que la había llevado a ser así. Fue todo un regalo y un placer poder darle una interpretación tan diferente a un mismo personaje. Me hizo aprender muchísimo como actriz. Así que ¡Gotzone For Ever!
Jesús dijo cosas preciosas sobre ti y sobre vuestra relación en la entrevista que le hice ¿algo más que añadir?
Suscribo cada palabra. Nos sentimos muy afortunados los dos. Los dos somos muy exigentes en el amor y no nos conformamos con lo que nos llegue. Hemos tenido la suerte de cruzarnos en el camino y de tener los ojos abiertos para saber que nos hemos encontrado, porque hay veces que no se sabe ver. Tenemos el placer de disfrutarnos y de tener unos códigos gracias a los cuales hacemos que nuestra relación sea sana y así, de manera sana, fluye. Son 11 años con momentos mejores y otros menos buenos. Pero de estos últimos hemos conseguido reforzar la relación, con lo cual me quedo con todos ellos porque nos han hecho crecer. Soy afortunada de tener un señor a mi lado con quien comparto mi vida y espero que así sea hasta que la vida se rompa. Estamos encantados. Además Jesús nunca se relaja, siempre me sorprende.
Y ahora vamos a mi terreno, ¿recuerdas tus viajes en automóvil cuando eras pequeña?
Puedo decir que he tenido una infancia maravillosa y que es la que desearía a todos los niños. Hacíamos planes de fin de semana, por ejemplo. Yo no recuerdo uno metida en mi casa. Mis padres han trabajado muchísimo entre semana, pero sábados y domingos, eran para la familia. Íbamos al monte a trepar por los árboles o a bañarnos en el río. Íbamos a coger setas, castañas en otoño o musgo para el nacimiento en Navidad. En verano nos íbamos a la playa y solíamos hacer yoga o jugábamos a futbol. Nos íbamos al sur o a Cataluña. Veraneábamos en Salou o en Cambrils. Éramos felices en el camping. Más adelante mis padres se pudieron permitir alquilar una caravana. Pero en el camping ya éramos muy felices y siempre compartiendo con la familia, con primos y amigos. Siempre nos han educado en divertirnos con nosotros mismos: jugábamos al parchís, a polis y cacos, al escondite, a cartas, a la escoba (¡yo soy muy buena a la escoba!), a la comba, a la goma…Recuerdo que cuando íbamos al sur, a La Herradura, solíamos ir con mis vecinos en una barquita y pescar. Nos gustaba bañarnos en las rocas y coger cangrejos (que luego los soltaba porque soy muy animalista)
Del norte hasta el sur hay muchos kilómetros, ¿el momento de bocata/estirar piernas/descanso, era un ritual o improvisado?
Claro. La parada la solíamos hacer cuando íbamos al sur porque eran 1000km y solíamos parar por Jaén para dormir bajo unos olivos. No nos podíamos permitir dormir en un hotel, asi que mis padres dormían en unas colchonetas fuera del coche y mi hermano y yo, dentro. Él en el asiento trasero y yo en la bandeja porque era más pequeña. También recuerdo que en el coche solíamos jugar a las matrículas. Mi padre siempre nos quería dar una enseñanza divertida y jugábamos a adivinar de donde eran los coches para aprender las ciudades y las comunidades. O jugábamos al Veo Veo. Es que al no existir los móviles, todo era tan diferente. En cuanto a música, recuerdo que mi madre nos ponía Juan Pardo.
Y tu relación ahora con el coche, ¿cómo es?
Acabo de cumplir 40 y me saqué el carnet a los 23 porque era más motera. Con el coche reconozco que he sido una Fiti y un puntito macarra. Ahora soy súper prudente, conduzco despacio. Lo hago para trasladarme a los sitios y soy más ahora de transporte porque necesito esas horas para trabajar, pero me encanta la libertad que te da el coche. Para mí siempre ha sido como mi pequeña casa móvil. Cuando me saqué el carnet disfrutaba y tenía ganas de poner mi CD de La Oreja de Vang Gogh, que siempre he sido muy fan del grupo tanto con Amaya como con Leyre. ¿Te cuento una anécdota?
¡Por favor!
¿Sabes que la madre de Leyre ha sido mi madre en la ficción? Solo he tenido dos madres en la ficción y las dos veces ha sido ella, su madre. Me parece una anécdota muy bonita.
¡Lo es!
Como te decía, me encanta conducir. No pierdo los papeles normalmente, pero en ocasiones sí. Soy buena conduciendo porque me adelanto a lo que los demás puedan hacer que es lo que aprendí en la autoescuela y fue también lo que me enseñó mi padre. Pero de verdad que soy muy cauta. Por eso me permitía conducir como te comentaba antes, cuando era más joven. Ahora la gente se queda alucinada porque no se creen, ni yo jamás pensé, que iba a ser de las que iría a ir a 100km/h cuando el máximo es 120km/h. Es que ahora soy feliz disfrutando yendo más despacio.
¿Otros viajes para recordar?
Una vez tuve un novio con el que hice un viaje en el que nos parábamos donde nos daba la gana. He cogido con amigas el coche y a lo Thelma y Louis nos hemos puesto a cantar y sin rumbo. Aquello de decir “¿Y ahora qué hacemos? ¿Derecha o izquierda”. Me encanta ese tipo de aventuras, de salir sin destino.
La filosofía de AutoRenting es Tener Sin Poseer. ¿Te ves en línea con ese pensamiento o eres más de apegos?
Yo soy un hibrido entre tener y poseer. No me gusta poseer a nadie, a ningún ser vivo. Pero en el mundo material, aunque prefiero el autorenting si hablamos de coches, en otras cosas materiales me gusta invertir. Que la vida de la actriz es muy inestable ¡y no hay que poner todos los huevos en el mismo cesto! (risas)
¿A quién le recomendarías un KIA Sportage?
Ni idea a quien se lo recomendaría pero sí que sé con quién me iría yo en un Sportage:¡contigo para seguir charlando! (risas)
TEST DE VELOCIDAD
- Tu mejor virtud: mi empatía
- Tu peor defecto: mi impuntualidad
- ¿A qué le tienes miedo? Ni me había parado a pensar en esto, con lo cual si los tengo no me preocupan mucho.
- Qué no perdonarías nunca? Soy de perdonar. Me cuesta más olvidar, pero esta pregunta no te la puedo responder ja ja ja.
- Con qué actor/actriz (nacional/internacional) te gustaría tener una súper escena? Con Meryl Streep
- Una película: Serendipity
- Aprobaste el carnet de conducir a la primera? El teórico no, el práctico sí
- Sabes cambiar una rueda? Seguro que sí. Cuando le pongo voluntad, nada se me te resiste .
- ¿Lo has hecho? No, y aunque me atrevo con todo no me apetece nada!
- Si abro ahora el maletero, ¿qué encuentro? El triángulo por si me quedo tirada con el coche, un paraguas, la rueda de repuesto, y un arsenal de imperdible es. Mejor no me preguntes por qué están ahí.
Gracias Nerea. ¡Nos queda pendiente un buen paseo por el parque para charlar aún más!
Gracias #AutoRenting de Bco Sabadell
Gracias Divacar KIA